Con un lifting de cara y cuello (técnicamente conocido como ritidectomía) se mejoran los signos más visibles del envejecimiento, extirpando el exceso de grasa, tensando los músculos de la cara y readaptando la piel de su cara y cuello. El lifting de cara y cuello no puede detener el proceso de envejecimiento pero sí puedes retrasarlo borrando algunos años de tu aspecto y mejorando la confianza en ti misma.
El lifting de cara puede realizarse de forma aislada o junto a otros procedimientos como el lifting de frente, la cirugía de los párpados o de la nariz. También puede limitarse al cuello en casos seleccionados.
Los signos de envejecimiento aparecen gradualmente. A medida que envejecemos, los efectos de la gravedad, la exposición solar, y el estrés de la vida diaria, repercute en nuestro rostro.
Un día te miras en el espejo y ves a una persona cansada y envejecida, muy diferente de cómo te imaginas a ti misma. Los surcos entre la nariz y la boca, se profundizan; la línea inferior de la mandíbula pierde su definición y aparecen pliegues y depósitos grasos en el cuello.